miércoles, 7 de agosto de 2013

ESA ROSA ME MIRA...


Esa rosa me mira como si quisiera pedirme la mano
entre espinas y cicatrices gira el jardín de mi vida
Un sol infernal me calienta con su sonrisa sardónica
Y mi risa toda hecha a jirones me recuerda que pensar es tristeza.

Esa rosa me mira como si quisiera que la amase
pero yo no puedo ni quiero, tengo miedo
de que me castigue, una vez más con sus espinas.
Estoy cansada de darle la bienvenida a este delirio.

Las margaritas tiemblan de terror y de frío
el ciprés anda aburrido suspirando en el bosque
los pájaros cantan su melodía desafinada

no hay montes ni cerros, sólo hay decrépitos matojos.

Los cactus me piden agua y yo siento la sed de tu ausencia

los volcanes y la lava lo están poniendo todo perdido
con mis pequeñas lágrimas riego mi rostro
las fauces del la vida se abren, me meto en su boca.

Una rosa me mira, quiere morir en mis manos

pero yo me niego a cortar el aire que respira
No sé quién tardará primero en marcharse
si la vida en la rosa o mi ser en ella.


Maite Gras.

2 comentarios:

  1. Hola, Sandra, me llena de gratitud que te hayas pasado a leer mi poema.
    Me alegra saber que te ha gustado. Desde aquí te mando un fuerte abrazo. Besos.

    ResponderEliminar