domingo, 28 de septiembre de 2014

Poesía de fantasía.

Diamantes por todas partes.
Y luciérnagas volando.
Luces de sueños.
Y una alegría.

Nada se perdió.
Nada se ha encontrado.
Nunca fue fango.
Ni fue tiempo. Ni reloj.
Ni mundo, ni vida, ni muerte.
Nunca ha sido laberinto.
Nadie creía estar soñando.
Nadie creía vivir en un mundo.

Mi sonrisa es un ave
 que canta como paraíso.
Se te siente, se te palpa, se te habita.
No lo llames amor.
No lo llames nada.
No sé lo que es.
Pero sé que habito en eso.

Luces que son joyas preciosas,
que brillan en la belleza de nuestro seno,
farolillos que van y vienen,
río de sueños confusos,
mares de luces intermitentes,
espectáculo deslumbrante de luz,
de átomos danzando y palpitando,
serpientes de electrones,
zumbando y sonando,
en el corazón de nuestro mar de sabiduría,
de nuestra eternidad sin energia.



Poesía de fantasía.