miércoles, 4 de octubre de 2017

Resurrección.docx
RESURRECCIÓN
La dulzura se deja, rindiéndose
como copos de nieve cayendo
se vierte su rostro en silencio
pero antes me besa la mirada
con una sonrisa de terciopelo
se desprende como suspirando.
Es noche solitaria y de espera
desde una habitación aséptica
resbalan unas gotas de lágrimas
por el rostro de seda que amo
y mientras el coma de la vida
 hace desear que vuelva en sí,
cuido de su cuerpo de estrella
sobre un manto de perlas rosadas
se deja envolver como mi abrazo.
Mujer de mi vertiginoso destino
levita sobre una nube de sueño
entre mis brazos es una paloma
mensajera de paz que vuela
 es libre su memoria de alada
 nebulosa de una galaxia enorme,
su piel desnuda flor y fruto dulce
blanca luna hermosa brillando.
Pareciera que es hada durmiente
alma rezando a su nada pacífica
que en su cielo descansa sin miedo
cuando siendo sendero y camino
saturada de imágenes y de sueños
quiso tomarse un respiro y un vuelo.
Mi mirada de nostalgia teme perderla
se queja de la vida para que llueva
para que en su amor siga yo viendo.
Cierran sus ojos en una bella suerte
de dama que ha amado a la vida
así, de todos modos y a su manera
no se asombra por lo irremediable
sabe que resucita pase lo que pase
pese a quién le pese su presencia.
Ella con su afecto de espinas y rosas
abraza a su valor en mi seno y pecho
su aurora me declina por completo.
Aprisionaba sus células a sus versos
pero su amor vence y gana la guerra
me demuestra con su perseverancia
que nunca vuelve a sobrar un tiempo.
 Tiene fe en no creer el mar de mentira
 la levedad que deja en mí, su santuario
me ofrece que la oración sea profunda.
Una mujer hermosa de elegante huida
confía su alma dormida en mi regazo
dejando su amor en vilo, llama eterna
lleva lo herido por todos a ser de nadie
todas las palabras vacías en su templo
quedan olvidadas como sin dejar rastro
se liberan como libélulas, aves y vientos.
Ya sólo me queda su amor victorioso,
desde un mar de heridas y de prosa
la sigo besando para que vuelva en mí,
en lo que aún me queda por amarla.
Amor por la vida.
Pasión por ella.
 Visión de mí mismo.
La dulzura cruel de mi abismo.
Muere y vive cada día y noche.
Entre mis hojas de árbol y en mis versos.
No consigo aceptar que se me vaya
Su voz es el secreto de los nacidos
Como cuando amanece un nuevo día.
Como un milagro entre un millón de ojos,
su belleza de luna llena se abre.
Vuelve a relucir mi astro.
Se abren de repente... sus ojos de cielo.
Para Ismael y Vero.
@la_biografia.

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